viernes, 25 de julio de 2008

El verano


Verano. Es la época deportiva que más me atrae. Los movimientos de jugadores son realmente interesantes y dejan ver ese trasfondo de mercadeo y de intereses empresariales y personales que se mueve detrás del deporte.
Cristiano Ronaldo, Villa, Silva, Garbajosa, Robinho, Ronaldinho… son algunos de los nombres más importantes que se mueven estos días.

Lo de Cristiano va para largo y deseo que al final se quede en el Manchester, por su propio bien y por el de los dos clubes implicados. Sin embargo el silencio en el entorno dirigente madridista da a entender que acabará jugando en Concha Espina, y los madridistas perderemos la oportunidad de ver despuntar a un Robinho que será un crack en los próximos años(ya nos acordaremos de él).

Ronaldinho, sin comentarios. No se qué tiene Barcelona que devora a muchas estrellas… incluso antes de de existiera, deportivamente, el señor Laporta. Os invito a que hagais un poco de memoria crítica.

Del Valencia, no sé qué decir. Realmente impresentable lo que está pasando en ese club en los últimos años, más acentuado desde que echaron a Quique, ficharon y echaron a “Tintin”, apartaron a Albelda, Cañizares y Angulo, fichan a Villalonga, le tiran los tejos a Aragonés con Emeri recien estrenado, se sube al carro Azcargorta…y acaba de bajarse de nuevo, a la vez que un meteórico Villalonga (que amenaza con volver y con dinero) .

Lo de Garbajosa y su marcha al Khimki ruso: 3 millones al año, lo consiguen casi todo. Por cierto, no se si la apuesta de Aito por incorporarle a la Selección sea del todo acertada. Después de un año en blanco creo que hay jugadores en mejor disposición que la suya, pero se trasluce que es un “pago” a su implicación con la selección desde el último europeo.

Y hoy, no quiero terminar sin referirme a don Rafael Nadal, y el sensacional año que está haciendo. Es un ejemplo a seguir, tanto en lo deportivo como en lo personal: sacrificio, respeto, implicación, lucha, humildad… No se si este año llegará a ser el número uno en las cuentas de la ATP; pero por aclamación popular no tengo duda alguna de que ya lo es. ¡Vamos, Rafa!

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